Chats entre Lalo Gomes y Horacio Cartes reflejan vínculos privados y sin relación con el poder


A diferencia de sus conversaciones con referentes del abdismo, en las que realizaba gestiones políticas y solicitaba favores dentro del Gobierno, los intercambios entre Eulalio “Lalo” Gomes y el expresidente Horacio Cartes se mantuvieron en el ámbito privado, con temas exclusivamente comerciales.
Nuevos chats revelan que, desde el año 2019, Gomes y Cartes discutieron asuntos relacionados con la compra y venta de ganado, así como el mantenimiento y arreglo de aviones. Por lo que puede apreciarse, estas conversaciones demuestran que la relación entre ambos se basaba en intereses empresariales y no en favores políticos, ya que en ese momento Cartes ya no estaba en funciones de gobierno ni tampoco era titular de la Asociación Nacional Republicana (ANR).
Mientras con el abdismo Lalo tenía influencia directa en decisiones del Estado, con Cartes su vínculo se limitaba a negocios personales. Esta diferencia resulta clave, ya que deja en claro que sus interacciones con el líder de Honor Colorado no responden a tráfico de influencias ni a la gestión de recursos públicos, sino a actividades propias del sector privado.
Esto contrasta con los diálogos que mantenía con miembros del abdismo, donde su rol era más cercano al de un operador político con acceso a la estructura estatal, un financista que luego comenzó a pedir favores. En el Gobierno de Abdo, cuando todavía no ingresó a la Cámara de Diputados, Lalo era una figura clave en la toma de decisiones, con capacidad de intervenir en nombramientos, cambios en la Policía e incluso en la dotación de seguridad para altos funcionarios. Su cercanía con el poder le permitió tener injerencia directa durante años, pese a las advertencias de inteligencia sobre sus posibles vínculos con el narcotráfico.
Los chats que salen a luz evidencian que Lalo Gomes utilizaba su red de contactos de acuerdo con la posición de cada actor. Mientras con el abdismo ejercía poder e influencia, con Cartes mantenía una relación de negocios dentro del sector privado, sin que esto implique una injerencia en la política.