Hambre Cero: un motor de desarrollo económico en las comunidades más vulnerables
Además de garantizar la seguridad alimentaria para miles de niños en etapa escolar, el programa Hambre Cero está transformando las economías locales con un impacto que va más allá del alivio inmediato a esta necesidad. Con un enfoque integral genera un efecto derrame en sectores clave como la carpintería, la industria textil y la infraestructura, impulsando el crecimiento y mejorando la calidad de vida de las familias en las regiones más necesitadas.
En la Escuela Básica N. 7825 Saladillo, Villa Hayes, los alimentos a ser consumidos por los estudiantes son preparados en el sitio. Los insumos correspondientes son trasladados bajo estrictas normas que garantizan que los productos lleguen en buen estado.
En esta y otras escuelas, los alimentos que llegan no son solo productos; son el fruto del esfuerzo de pequeños productores, cooperativas y familias que trabajan la tierra con mucha dedicación. Al priorizar la compra de alimentos locales, Hambre Cero no solo alimenta a los estudiantes, sino también a los sueños de los agricultores, quienes encuentran en este programa una oportunidad para crecer, prosperar y aportar al bienestar colectivo.
La implementación del programa moviliza además a cientos de micro y pequeñas empresas, dinamizando la actividad en distintos rubros.
En la carpintería rural se contrataron a talleres locales para la fabricación de mesas, sillas y bancos destinados a comedores, generando empleo directo en esta área. También los productores textiles son los principales proveedores de mantelería, uniformes y otros insumos, fortaleciendo la industria y fomentando la inclusión económica.
Asimismo, la logística del programa también impulsó el desarrollo de infraestructura en comunidades aisladas. En ese sentido, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) interviene en la mejora de caminos rurales, facilitando no solo la llegada de los alimentos, sino también el acceso a mercados, escuelas y centros de salud. Localidades alejadas y aisladas experimentaron mejoras significativas en su conectividad, lo que a su vez estimuló todo el comercio local.
Con un enfoque integral que combina asistencia alimentaria, generación de empleo y desarrollo de infraestructura, Hambre Cero no solo combate el hambre, sino que transforma comunidades enteras en motores de desarrollo sostenible y permite que más niños tengan acceso a la educación.