Riesgo inminente: ordenan parar perforación de pozos para laguna privada

El conflicto por el uso del Acuífero Caacupé en Atyrá registró un giro con la decisión del Ministerio del Ambiente (MADES), de suspender las actividades de extracción de agua del proyecto impulsado por Petrohue Real Estate y Highland Lagoons, tras constatar que las perforaciones no cuentan con licencia ambiental. Con esta decisión, la Municipalidad solicitó al Tribunal de Cuentas el levantamiento de la medida cautelar que habilitó a la empresa a continuar con las obras.

La Dirección de Asesoría Jurídica del MADES emitió la Resolución DAJ Nº 1097/2025, en la que ordena suspender de manera preventiva el cese de actividades de extracción de agua y alteración de las aguas subterráneas vinculadas al pozo profundo en Atyrá.

Según el documento, los estudios técnicos y el sumario abierto en la cartera ambiental revelaron que las perforaciones ejecutadas por Petrohue Real Estate S.A. y Highland Lagoons no cuentan con una declaración de impacto ambiental, un requisito básico para cualquier intervención de esta naturaleza.

Los informes de verificación concluyeron que la obra representa un riesgo de daño grave o irreversible al ecosistema debido a la magnitud del proyecto.

Por ello, el MADES dispuso el cese preventivo de toda extracción y alteración de aguas subterráneas, representando así esto una de las decisiones más firmes desde que estalló el conflicto por el uso del líquido vital en la comunidad cordillerana.

Tras la resolución del MADES, la Municipalidad de Atyrá presentó un escrito ante la Segunda Sala del Tribunal de Cuentas para solicitar el levantamiento de la medida cautelar que había permitido a la empresa operar desde julio.

La firma pudo continuar perforando gracias a esa cautelar, pese a que la Junta Municipal había revocado sus permisos y ordenado la clausura del pozo por la falta de licencia ambiental.

Este conflicto por el uso del agua se remonta a noviembre de 2024, cuando los propios vecinos descubrieron tuberías gigantes instaladas en un camino rural, provenientes de un terreno vinculado a Petrohue. Luego se supo que las obras buscaban alimentar una laguna artificial de un complejo hotelero de lujo en Ypacaraí, utilizando agua del Acuífero Caacupé.

En diciembre, la Junta Municipal otorgó una autorización para instalar cañerías, pero tras la presión ciudadana, el permiso fue revocado. Sin embargo, Highlands siguió operando gracias a una orden judicial, lo que escaló el conflicto con los vecinos.

Luego, el MADES y ERSSAN confirmaron que la empresa no tenía licencia ambiental ni autorización para trasladar agua entre municipios, lo que impulsó a la Municipalidad a clausurar el pozo y retirar tuberías.

Pero en julio pasado, la empresa consiguió una cautelar que le permitió reinstalar las obras. Desde entonces, la comunidad se mantiene en protesta constante. Incluso hubo episodios en los que pobladores se encadenaron para impedir el ingreso de maquinarias. Además los afectados pidieron al Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados revisar el fallo que favoreció al complejo hotelero.

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