Narcosubmarinos, torpedos y rutas invisibles: reinventan tráfico de cocaína hacia Europa


Con controles más estrictos en los puertos, el narcotráfico se reinventa con rutas transoceánicas y embarcaciones casi indetectables. En 2024 se registraron cifras récord de interceptaciones de narcosubmarinos en el Atlántico y Pacífico.
Un informe de Insight Crime, plataforma especializada en el análisis del crimen organizado, expone que los traficantes de cocaína están apostando cada vez más por métodos marítimos clandestinos, como los narcosubmarinos y torpedos submarinos, para burlar los controles e introducir cargamentos a Europa, África y Oceanía.
En 2024 se registraron 30 interdicciones exitosas de narcosubmarinos, una cifra cercana al récord histórico. Estas embarcaciones, difíciles de detectar por radar y adaptadas con tecnología de camuflaje térmico, fueron interceptadas en rutas del Pacífico que conectan Sudamérica con Centroamérica y México. No obstante, también se identificaron operaciones más ambiciosas en aguas del Atlántico y del Caribe.
El informe revela que los tradicionales narcosubmarinos -embarcaciones semisumergibles conocidas como LPV (buques de perfil bajo)- revolucionaron. Ya no solo se utilizan para trasladar droga entre Colombia y Centroamérica, sino que se adaptaron para cruzar el Atlántico hacia Europa o África, y también el Pacífico hacia Australia.
En el último año, las autoridades interceptaron un LPV con 6,5 toneladas de cocaína cerca de las islas Azores, hallaron otro abandonado en Sierra Leona y decomisaron un tercer navío cargado con más de 5 toneladas de droga rumbo a Australia. Las rutas del narco se están expandiendo a escala global.
Estas embarcaciones, que suelen medir 15 metros y transportan hasta 4 toneladas de cocaína, se construyen con madera y fibra de vidrio, lo que las hace casi invisibles para los radares. Algunas incluyen escudos de plomo, sistemas de refrigeración, y camuflaje según el color del mar. Su construcción puede costar entre USD 150.000 y 2 millones, dependiendo de la complejidad y alcance del modelo.
Además de las LPV, el narcotráfico ha desarrollado otras tecnologías, como los Narco torpedos que son cápsulas submarinas remolcables que transportan hasta 5 toneladas de droga, a profundidades de hasta 30 metros. Se conectan mediante cables de acero a barcos nodriza y pueden ser soltados y recuperados vía radiofrecuencia si hay peligro de interdicción.
Además están los submarinos totalmente sumergibles (FSV), los cuales son el pináculo de la ingeniería narco. Capaces de sumergirse completamente, llevar hasta 10 toneladas de cocaína e incluir sistemas GPS y navegación sofisticados. Su costo puede alcanzar los USD 4 millones, pero son casi imposibles de interceptar. El único caso conocido de un FSV capturado en operación fue en Venezuela, en 2022.
Según Insight Crime, más del 50% de las embarcaciones narcos se construyen en astilleros ocultos en la costa pacífica colombiana, especialmente en zonas selváticas de los departamentos occidentales. Estos talleres artesanales reúnen carpinteros, ingenieros navales y representantes de grupos criminales. Los narcos esperan meses para lanzar una nave al mar, con la esperanza de que llegue a destino sin ser detectada, tras atravesar silenciosamente los océanos.