IMEDIC: condena de cuatro años por fraude
Un Tribunal de Sentencia dictó una condena de cuatro años de prisión a Patricia Ferreira, directora de IMEDIC SA, y a la funcionaria Nidia Godoy, por la producción y uso de documentos falsos, asociación criminal y comercialización de medicamentos no autorizados.
La sentencia se enmarca en un escándalo de gran envergadura que involucró el ingreso irregular de medicamentos oncológicos al país, un caso que salió a la luz gracias a una investigación periodística del programa La Caja Negra.
La investigación comenzó con la revelación de la utilización de facturas falsas de la firma Eurofarma, una multinacional brasileña, para introducir en Paraguay medicamentos que habían sido vendidos sin la debida autorización sanitaria. Una causa fiscal se abrió cuando se descubrió el esquema de importación fraudulenta que se aprovechaba de la falta de controles rigurosos durante la pandemia de COVID-19.
El tribunal, compuesto por los magistrados Laura Ocampo, Fabián Weisensee y Cándida Fleitas, encontró culpable a Patricia Ferreira por su papel en el ingreso de medicamentos sin la autorización correspondiente, lo cual es especialmente grave dado que ocurrió en un momento crítico de la crisis sanitaria.
Durante el juicio, los agentes fiscales anticorrupción Luz Guerrero y Néstor Coronel presentaron pruebas contundentes que evidenciaron cómo las acusadas habían declarado falsamente que los medicamentos provenían de una empresa con las certificaciones necesarias, cuando en realidad se trataban de productos que ingresaron al país desde India, China y México, los cuales no contaban con la garantía de calidad de sus productos farmacéuticos.
Entre 2018 y 2019, Ferreira y Godoy habían utilizado facturas y guías aéreas fraguadas para importar medicamentos oncológicos de origen dudoso, falsificando su procedencia al afirmar que provenían de Eurofarma, que cuenta con la autorización de la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa).
El esquema de importación fraudulento fue más allá de simples falsificaciones. Según los documentos a los que había accedido el equipo de La Caja Negra, la empresa había montado una estructura compleja que incluía la falsificación de facturas para eludir los controles sanitarios, permitiendo así la entrada de toneladas de medicamentos no autorizados, muchos de los cuales se aplicaron en el Instituto de Previsión Social (IPS) y en hospitales públicos.
La investigación del programa La Caja Negra fue fundamental para destapar este escándalo. El equipo periodístico logró acceder a exclusivos documentos que confirmaron el modus operandi de estas empresas. Los registros de importación y aduanas mostraron que en muchos casos, los medicamentos eran despachados por el “canal verde”, lo que indica un control menos riguroso.
La falta de inspecciones rigurosas permitió que medicamentos como Letrozol, utilizado para cáncer de mamas, Enoxaiparina, que es un anticoagulante altamente usado en hospitales, y Piperacilina, un antibiótico destinado para terapia intensiva, ingresaran al país sin el control adecuado.
Este caso de corrupción en la época de Mario Abdo Benítez dejó en evidencia la fragilidad del sistema sanitario paraguayo y las prácticas corruptas que ponen en riesgo la vida de los ciudadanos.