Aporte en negro a campaña abdista: ¿Ley de financiamiento político es letra muerta?


El financiamiento político vuelve al centro del debate tras la filtración de conversaciones que revelan un millonario aporte a la campaña presidencial de Mario Abdo Benítez. En los chats filtrados, Eulalio “Lalo” Gómez confiesa haber destinado un millón de dólares a la campaña del entonces candidato.
En conversaciones mantenida con el exjefe de la Dinac Édgar Melgarejo, el extinto diputado admitió haber donado la millonaria suma de dudoso origen. En el chat remitido por Gomes el 30 de marzo de 2021, expresó su preocupación por las repercusiones que esta donación podría tener si saliera a la luz.
Este dato lo tenía Carlos Arregui, quien siendo titular de la Seprelad en el 2021 había solicitado un informe sobre ese dinero, pero lo habría guardado para proteger al donante, quien posteriormente fue electo diputado por Amambay con el apoyo del abdismo. La conversación entre Gomes y Melgarejo revela que este último se ofreció a intervenir con Arregui para frenar cualquier investigación.
Consultado sobre el millonario aporte, el Dr. Wildo Almirón, apoderado de la ANR y exrepresentante legal de Fuerza Republicana, aseguró al canal GEN que, oficialmente, no hubo registros de dicho aporte dentro de la rendición de cuentas del movimiento.
Explicó que, cuando se inscribe una candidatura, se habilita una cuenta corriente a nombre del movimiento y los candidatos deben presentar su declaración de ingresos y gastos de campaña. Cualquier ingreso posterior debe pasar por la cuenta del movimiento.
El procedimiento es claro en la teoría, pero vulnerable en la práctica. Según Almirón, las letras de la ley son perfectas, pero su aplicación es el problema, ya que el sistema puede facilitar el ingreso de fondos de origen incierto.
En ese sentido, el exrepresentante legal de Fuerza Republicana destacó que nunca se registró en las cuentas del movimiento el millón de dólares que menciona Lalo Gomes en los chats filtrados. Afirmó que oficialmente esa plata no entró al movimiento. Sin embargo, no pudo negar ni tampoco afirmar que haya ingresado en negro.
El escándalo pone en duda la efectividad de la ley de financiamiento político y su capacidad de controlar la transparencia en las campañas electorales. También expone la hipocresía en el sistema político al permitir este tipo de donaciones, y en especial de los medios de prensa involucrados en el operativo político y mediático de las filtraciones que ignoraron por completo el aporte de 1 millón de dólares de Lalo a Marito.
Hasta el momento el expresidente de la República guarda rotundo silencio sobre su nexo con Lalo Gomes y el millonario aporte recibido en tiempos de campaña electoral.